Las desconocidas salinas del interior de Alicante

La comarca del Alto Vinalopó conserva tres explotaciones salineras en el entorno de la extinta laguna de Villena. La más antigua se remonta, al menos, al siglo XIII.
Actualizado el 23 de abril de 2020.
A unos 55 kilómetros de la costa, en término municipal de Villena y a muy poca distancia del término de Caudete (Albacete, Castilla La-Mancha) se encuentran los desconocidos Saleros de Villena, que constituyen las únicas explotaciones de sal, en activo, del interior de la provincia de Alicante.
Los Saleros de Villena
La explotación salinera de mayor antigüedad es conocida como el Salero Viejo (antiguamente, del Angostillo) y ya era nombrada en documentación del siglo XIII, tras la Conquista cristiana. Los otros dos Saleros (o salinas) son el de Penalva (o del Polovar) y Nuevo de la Fortuna.
Todos realizan las tareas extractivas de forma similar a como se hace en las salinas costeras, con la ventaja de contar con un agua (o salmuera) de mayor salinidad que la del mar, lo cual permite acelerar el proceso de obtención de sal.
Las tres explotaciones suman una superficie de unas 8 hectáreas y producen una media de 6000 toneladas de sal al año, que se destina tanto a la industria química como al consumo humano.
Origen de los Saleros
Estas salinas de interior constituyen los vestigios del buen aprovechamiento de un recurso natural, que afloró hacia el Mioceno medio (hace unos 16 millones de años).
Los materiales de estos estratos se mezclaron con los acuíferos subyacentes, permitiendo y facilitando la extracción humana de la preciada sal.

Hasta los albores del siglo XIX, gran parte del terreno circundante a los Saleros se hallaba bajo la laguna endorreica de Villena, la cual retenía las aguas de diferentes afloramientos subterráneos —dulces y salobres—, además del agua de lluvia.
Lo mismo sigue ocurriendo en la cercana laguna de Salinas, junto a la población del mismo nombre, donde también hubo una explotación salinera que, actualmente, se encuentra abandonada.
Ocaso de la laguna de Villena
La laguna de Villena vio su fin en el año 1803 (el municipio formó parte del Reino de Murcia hasta 1836), cuando el monarca Carlos IV, mediante Real Orden firmada el 23 de abril del citado año, ordenó desecar la laguna.
El objetivo era que sus aguas regasen el campo de Elche, municipio al que el infante Don Manuel había otorgado tal derecho en el año 1276.
Para el drenaje de la laguna se construyó la denominada Acequia del Rey, la cual vertía las aguas de la laguna al río Vinalopó, tras recorrer 10 kilómetros hacia el sur, y a escasos 500 metros al norte de la Colonia de Santa Eulalia.
Aún en la actualidad esta acequia sigue canalizando el agua que emana de la fuente del Chopo (o del Hoyo de la Virgen, en la pedanía de Las Virtudes) y el agua de lluvia, evitando que se inunden las tierras de la antigua laguna.
Asimismo, estas aguas fueron aprovechadas por diferentes poblaciones como Sax, Elda o Monforte del Cid, además de Elche.
Los terrenos resultantes del drenaje sumaban 1704 hectáreas y fueron repartidos a diferentes colonos (o laguneros), a cambio de un diezmo. Pero, al fin y al cabo, eran tierras arcillosas aptas para muy pocos cultivos.

Estado actual
La tierra de la zona, antaño ocupada por la laguna, presenta diferentes tonalidades cobrizas —algunas muy oscuras— que otorgan cierta belleza al paisaje.
Y aún en la actualidad, tras días de persistentes lluvias, determinados y pequeños puntos del paraje se siguen inundando, como si este intentase regresar a sus frondosos orígenes, cuando incluso estaba habitado por flamencos —según indica un documento del siglo XVI— y otras especies de aves.
Ruta por los Saleros de Villena
La asociación ATEANA promovió la creación y señalización del itinerario marcado como PR-CV 197 (47,4 km). Un pequeño tramo de esta ruta atraviesa parte de la antigua laguna de Villena y permite observar los Saleros, la Acequia del Rey y el Puente del Salero (o Alto, según los vecinos de la zona).
Esta última obra es también conocida popularmente como Puente de los Espejos y, de hecho, una pequeña placa así lo indica en el lugar, pese a que los investigadores desconocen la ubicación correcta de tal puente.
Este se podría corresponder con el Puente de los Cristales, que hasta hace poco —cuando fue destruido para ensanchar el camino que lo atraviesa— se encontraba al norte del monumental Puente del Salero, de origen incierto.
De cualquier modo, los Saleros y su entorno merecen totalmente una relajada visita, ya que ningún paisaje cercano ofrece lo que aquí se observa.
Enlaces de interés:
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Lista y mapa de rutas en Alicante.
Este sendero fue inciativa de ATEANA una asocación que se fundó con la inquietud de recuperar el patrimonio de todos como las Vias Pecuarias, para el uso y disfrute de la población. Este proyecto tuvo muchos contratiempos debido a los cambiso de gobierno de Villena, la asociación puso todo el trabajo tecnico y de homolgación del sendero así como el de marcado por 2 veces de los casi 50km de recorrido, con la ayuda inestimable del Centro Excursionista de Villena. No se mendiona en este articulo este hecho, y esto existe porque un grupo de personas quisieron que esto sucedirea para que todos pudieran disfrutar del mismo.
Lo desconocía totalmente. ¡Muchas gracias por la aportación Francisco!