La importancia del calzado en tus rutas de senderismo

Salir a la montaña o hacer una ruta de senderismo nos llevará a adquirir una serie de responsabilidades. Una de las más importantes es la adecuada elección del calzado, ya que de ello dependerá que nuestra experiencia resulte lo más satisfactoria posible y los pies no sufran en exceso.
En primer lugar hay que distinguir entre dos actividades que suelen confundirse. Por un lado se encuentra el senderismo o hiking, que se trata de realizar recorridos por senderos de fácil tránsito y debidamente señalizados; mientras que por otro está el trekking, que incluye unas rutas más complejas que requieren de una mayor preparación ante las dificultades que presenta la superficie sobre la que caminamos.
En cualquiera de las dos opciones, además de mantener una buena forma física también habrá que hacerse con el material preciso para la ocasión, pensando sobre todo en el calzado, que nos permitirá que nuestra marcha resulte lo más placentera posible.
¿Por qué es importante acertar con el calzado de senderismo?
A la hora de realizar un itinerario por una senda o salir a la montaña es preciso que el calzado utilizado sea de calidad, que te aporte una serie de prestaciones que no encontrarás en las deportivas convencionales. A continuación te desvelamos las razones por las que debes elegir una buena bota o zapatilla de senderismo:
- Debe proteger los pies, sobre todo cuando circulemos por terrenos irregulares con barro o piedras. Tanto en la punta como en el talón deben disponer de las debidas protecciones. Esto nos dará una mayor estabilidad y apoyo.
- Permitirá que el pie se mantenga seco. La mayoría de rutas suelen prolongarse durante varias horas, y si no es la lluvia, siempre podemos encontrarnos charcos que nos dejarían los pies húmedos. Los zapatos gore-tex hombre resultan perfectos para mantenerlos totalmente secos gracias a su impermeabilidad. Es importante, que también sea transpirable para que no se produzca sobrecalentamiento
- Por disponer de una suela con bastante grosor, para que apenas notes las piedras o rocas que puedas encontrarte por el camino, y mucho menos que te lastimen. Esta parte del calzado debe ofrecer un adecuado agarre, ya que de ello depende también nuestra integridad física.
- Por la resistencia y durabilidad que ofrecen. Este tipo de calzado puede durar bastante tiempo, casi como el primer día. La dureza que presenta hace muy complicado que pueda haber roturas o grietas en él.
- Aporta un correcto ajuste al pie, por lo que evitará que se produzcan torceduras. Tampoco habrá riesgo de rozaduras por el constante movimiento del pie dentro del calzado.
Los distintos tipos de calzado para tus salidas por la montaña
En función de los terrenos sobre los que vayas a moverte, la actividad que lleves a cabo y el clima estarás obligado a elegir entre un determinado tipo de calzado. Te aclaramos a continuación las distintas alternativas existentes.
Bota de caña alta
Es uno de los calzados que más pesan, pero hay varios motivos que explican esto. La suela resulta bastante rígida, ya que está pensada para soportar el peso extra que se pueda llevar en las travesías. Su grosor permite que cuente con un dibujo más profundo, lo que garantizará también un mayor agarre.
Al ser de caña alta conseguiremos mantener mejor el equilibrio y proteger el tobillo de posibles torceduras o impactos. Exigen un largo periodo de adaptación antes de salir de ruta con ella. De lo contrario nos exponemos a sufrir rozaduras y ampollas, lo que podría trastocar nuestros planes y arruinar una excursión.
Bota de media caña
Este tipo de bota cuenta con una caña más corta que la anterior, pero es lo suficientemente larga como para proteger el tobillo. Sin embargo, ya no nos ofrece la misma estabilidad. A cambio se obtiene una mayor movilidad de la articulación facilitando también una pisada más correcta.
Se presenta como una buena solución para las jornadas de senderismo de un solo día, para gente con poca experiencia o que desconozcan las características técnicas de una travesía.
La suela presenta la suficiente profundidad para asegurar un buen agarre, pero al mismo tiempo es bastante flexible adaptándose a todo tipo de superficies. Por lo general, son bastante ligeras, aunque el peso dependerá en gran medida de los materiales empleados por los fabricantes. En lo que se refiere al periodo de adaptación, una vez que las pongas un par de veces ya tendrás adaptado el pie a la horma.
Zapatilla de trekking o deportiva de montaña
Resultan de lo más ligeras, hasta el punto de presentar un peso muy similar al de unas deportivas convencionales. No cuentan con caña, por lo que el tobillo quedará totalmente desprotegido, aunque se facilitará una mayor movilidad del pie.
Son una solución para las salidas de un día y por terrenos relativamente sencillos, que no sean precisamente muy técnicos. De lo contrario estaríamos poniendo en juego nuestros tobillos y hasta nuestra integridad.
La suela es bastante flexible, con un menor grosor que le impedirá disponer del suficiente agarre ante ciertos terrenos. No se recomienda para caminar por pendientes con materiales sueltos. Al contrario que las otras opciones planteadas, no te exigirá un periodo de adaptación. Si la ruta es sencilla y poco exigente, no dudes en estrenarlas en ella.
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