Ruta en el río Chícamo de Abanilla (Murcia): senderismo entre pozas de agua

La ruta de senderismo por el río Chícamo permite conocer un curioso rincón del interior de Murcia, mojándonos los pies en algunos tramos, y sorprende tanto a niños como a mayores.
¿Dónde está el río Chícamo?
El río Chícamo se encuentra en término municipal de Abanilla (Región de Murcia) y nace a unos 7,7 kilómetros al noreste del núcleo urbano, en la pedanía y núcleo de casas de Macisvenda.
Asimismo, el nacimiento del río Chícamo se encuentra a unos 2,2 km al oeste del linde con la provincia de Alicante y a unos 5,7 km de Hondón de los Frailes, municipio de esta provincia.
El cauce del río Chícamo tiene una longitud de unos 54 kilómetros, aunque normalmente solo 5 de estos tienen agua de forma constante, destacando los sorprendentes cortados de El Cajer, a muy poca distancia de su nacimiento.
La desembocadura del río Chícamo no se encuentra en el mar, sino que desaparece bajo los campos de cultivo tras pasar por Benferri (Alicante), aunque originalmente se situaba en el margen izquierdo del río Segura, del cual es afluente.
Desde su nacimiento en Macisvenda, el río Chícamo pasa también junto al núcleo de casas de la pedanía de Mahoya, situada a 1,7 km al noroeste de Abanilla, de cuyo núcleo urbano el río Chícamo dista 1 km. Algo más alejado queda el municipio vecino de Fortuna (Murcia), situado a unos 6 km al suroeste del Chícamo.
En su último tramo, el cauce del río Chícamo cruza a la provincia de Alicante, ya seco, donde es conocido como rambla de Abanilla, por los términos de Benferri y Orihuela.
En la actualidad, la conexión de la rambla con el río Segura ha desaparecido, pues el terreno ha sido modificado para la instalación de campos agrícolas y diferentes carreteras, como la CV-9241.
¿Cómo llegar al río Chícamo de Abanilla?
En el siguiente mapa se puede ver el punto exacto al que debemos llegar con nuestro vehículo, donde podemos aparcar para hacer la ruta de senderismo, parcialmente por agua, en el río Chícamo. Como se puede ver, si venimos desde Alicante, pasaremos por Hondón de los Frailes.
Si venimos desde Murcia, pasaremos a muy poca distancia de Macisvenda (aunque no la llegamos a ver desde el coche) justo antes de llegar al parking, que no es más que una pequeña explanada de tierra.
Consejos para visitar el río Chícamo
La ruta de senderismo por el río Chícamo discurre, parcialmente, por el interior del propio río, es decir, por el agua, por lo que no es una ruta aconsejable para los meses más fríos del año. Asimismo, en los meses más calurosos es aconsejable madrugar y evitar las horas centrales del día. Además, existen otras recomendaciones para visitar el río Chícamo:
- Lleva ropa y calzado adecuado, que se pueda mojar y que evacúe el agua.
- No olvides el protector solar, además de gorra.
- Evita visitar el Chícamo en días posteriores a lluvias torrenciales, o con previsión de mal tiempo.
- Tu basura debe regresar contigo, no dejes nada en el río que no estuviera ahí antes.
- Respeta la fauna y la flora del entorno.
- Si vas con niños, extrema las precauciones y no los pierdas nunca de vista.
- Si vas en grupo, puedes concertar una visita guiada con la Oficina de Turismo de Abanilla: 968 684 075 – turismo@abanilla.es.
Ruta por el río Chícamo en Wikiloc
En el siguiente mapa de Wikiloc se puede ver, con detalle, el itinerario de esta ruta por el río Chícamo de Abanilla que, en los cortados de El Cajer y en algún que otro punto, discurre por el interior del agua, motivo por el cual debemos ir preparados para mojarnos, al menos, hasta las rodillas.
Ruta de senderismo en el río Chícamo
Longitud: 7,2 kilómetros.
Duración: 3 horas.
Desnivel: 133 metros.
Tipo de ruta: ida y vuelta por el mismo camino.
Dificultad: moderada.
Con nuestro vehículo ya aparcado junto a la estrecha carretera RM-A9, comenzamos nuestra excursión en descenso por el camino de tierra que encontramos justo al lado, dirigiéndonos hacia el sur. Pronto, tras unos 400 metros, vemos una poza a la derecha.
Por motivos santiarios, como el provocado por la crisis del coronavirus, o por motivos de prtoección medioambiental, el baño puede estar restringido en esta poza y en el río Chícamo en su conjunto.
Seguimos, de momento, caminando por el camino de tierra, de forma paralela al Chícamo. No tardamos en llegar a un antiguo molino hidráulico, originalmente construido hacia el año 1844 y cuyo edificio se encuentra actualmente restaurado y habilitado como Centro de Interpretación.
Pasado el molino, nuestra ruta de senderismo continúa por una senda, siempre de forma paralela al río Chícamo. No habremos caminado 1 kilómetro desde el molino cuando ya debemos meter los pies en el agua, para seguir con la excursión, en descenso y siguiendo el curso del agua.
Esto lo hacemos en diferentes puntos de nuestra ruta, entrando y saliendo del río, para cruzarlo. Al mismo tiempo, vemos algunas pequeñas pozas junto a la senda.
Si hemos comenzado la ruta un poco tarde, seguramente encontraremos el agua turbia, por el paso de personas. Por tal motivo, cuanto más temprano comencemos nuestra excursión por el río Chícamo, más clara y transparente estará el agua.
No mucho más tarde llegamos al que, tal vez, es el punto más sorprendente de esta ruta: El Cajer. Se trata de unas grandes paredes de hasta 40 metros de altura, con forma de cañón, o garganta, que encajonan el río Chícamo en este sorprendente tramo que invita a hacer multitud de fotos, con puntos de tan solo 2 metros de ancho.
Si observamos estas paredes de cerca, veremos algunos fósiles cuyo origen se remonta millones de años atrás, cuando esta zona se encontraba sumergida bajo las aguas de un mar de clima cálido. Sin duda, tanto niños como mayores disfrutan de este curioso rincón del Chícamo.
Aquí, al inicio de El Cajer, si queremos seguir con nuestro descenso por este modesto río, debemos meternos en el agua. En realidad, apenas presenta profundidad, pues habitualmente no suele cubrir más allá de las rodillas y no hay que recorrer mucha longitud por el interior del Chícamo.
A la salida de El Cajer, observamos como el terreno se ensancha y el lecho del río aumenta su amplitud. El paisaje comienza a presentar de nuevo, como al principio de la ruta, mayor vegetación de humedal, con multitud de adelfas y juncos, entre otras plantas.
También podemos ver, entre otras aves, alguna que otra cigüeñuela. Además, en el río Chícamo habita el pequeño pez conocido como fartet, de apenas 5 centímetros de envergadura y endémico de la península ibérica.
Si disponemos de tiempo suficiente, podemos caminar cuanto queramos, siguiendo el curso del río, aunque en nuestro caso nos dimos la vuelta al toparnos con un camino asfaltado que cruza el Chícamo.
Desde este punto, regresamos sobre nuestros pasos, río arriba, hasta llegar al punto donde habíamos aparcado, donde termina esta curiosa ruta de senderismo por tierras de Abanilla, en el interior de Murcia.
Enlaces de interés:
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