Jaime el Barbudo: historia y leyenda del Robin Hood valenciano

El Robin Hood valenciano, Jaime el Barbudo, controló un extenso territorio que abarcaba numerosas montañas de Alicante y Murcia.
Historia de Jaime el Barbudo
Quién iba a decir que por estas tierras —las zonas noreste de la Región de Murcia y la suroeste de la provincia de Alicante— anduvo alguna vez un bandolero al más puro estilo Robin Hood.
Sí, es decir, ese héroe que robaba a los nobles más acaudalados para, más tarde, repartir el botín entre los pobres, pues a eso se dedicaba el forajido inglés, el cual forma parte del folclore británico.
Diferentes hipótesis, de numerosos investigadores, dan pie al controvertido origen de la leyenda inglesa, la cual parece remontarse al siglo XIII.
Pero vayamos al caso que nos atañe: el bandolero Jaime el Barbudo (o Jaume el Barbut), quien nació en la población de Crevillent (Alicante) el 26 de octubre de 1783.
El origen de la historia —con ápices de leyenda— parece remontarse a la época en que Jaime se hallaba trabajando en unas viñas del municipio vecino de Catral, las cuales se encargaba de custodiar. Tal vez alentado por su juventud no dudó en matar, durante un forcejeo, a un por entonces popular bandido que asaltaba diferentes cultivos: el Zurdo.
Tras esto, huyó no solo de la justicia sino también de los compañeros del fallecido, y cuenta la historia que Jaime el Barbudo se refugió en la montaña, donde fue acogido e integrado en la banda de los hermanos Mojica (o Mújica, según algunos textos).
Pero tanto se ensañaban estos con sus víctimas, además de que robaban a cualquier persona —fuera noble o un humilde comerciante—, que Jaime el Barbudo decidió hacerles frente y decidió crear su propia banda, capitaneada por él mismo.

Por supuesto, su cuadrilla de bandoleros se dedicaría a robar a quienes más poseían para entregarlo, después, a los más desfavorecidos. Además, la violencia no era la primera opción de Jaime el Barbudo cuando asaltaban a alguien, lo cual acostumbraban a hacer en recónditos caminos rurales perdidos entre las montañas de Alicante y Murcia.
La gente humilde de los pueblos le admiraba y, en ocasiones, le escondían en sus casas para ocultarlo de las milicias del rey.
Durante la invasión francesa por parte de Napoleón, entre los años 1808 y 1813, el bandolero y su cuadrilla se unieron a la guerra de guerrillas para combatir al invasor.
Terminada la guerra, Jaime el Barbudo fue indultado de su actividad anterior como bandolero, por su colaboración activa combatiendo a los franceses, aunque en 1815 regresó a la sierra para dedicarse, de nuevo, al bandolerismo.
Cinco años más tarde, en 1820, Rafael de Riego instauró el liberalismo tras un golpe de estado, a lo cual el bandolero respondió adscribiéndose a los partidos de la causa realista y destruyendo todo monumento o símbolo constitucional de cualquier pueblo por el que pasaban Jaime el Barbudo y su banda. Proclamaba, además, al rey absoluto: Fernando VII.
Terminado el Trienio Liberal, en 1823, se reinstauró el Gobierno absolutista, el bandolero fue indultado y nombrado, por el consistorio de Murcia, Sargento Mayor. Jaime el Barbudo se dedicó entonces a perseguir y capturar a otros bandoleros y fugitivos.
Pero un año después, en 1824, el por entonces sargento fue convocado en la cárcel de Murcia para recibir órdenes. Cuando se presentó en el lugar fue acusado de robo y asesinato y, finalmente, fue colgado en la horca el 5 de julio del mismo año, en la plaza de Santo Domingo.
Cuentan que su cuerpo fue desmembrado, freído, colocado en varias jaulas y exhibido en diferentes localidades de Murcia y Alicante.
Las cuevas de Jaime el Barbudo
En la actualidad, algunas cuevas de Alicante y Murcia se atribuyen al bandolero Jaime el Barbudo, donde se cuenta que este se refugiaba tras sus incursiones en los caminos rurales.
En Hondón de los Frailes (Alicante) existe una ruta de senderismo, señalizada como PR-CV 255, que nos conduce a la cueva de Jaime el Barbudo (que más bien es una sima), en la vertiente norte de la sierra de Crevillente.
También en la sierra de la Pila, en término de Abarán (Murcia), existe una ruta señalizada como PR-MU 121, la cual visita la cueva de la Excomunión que, según se cuenta, servía de guarida para Jaime el Barbudo y su cuadrilla de bandoleros.
Alusiones a Jaime el Barbudo
Ya apenas se escuchan las siguientes expresiones, aunque estuvieron presentes hasta hace algunas décadas: en Crevillent, para dar a entender que alguien se sentía estafado, decían «a robar a la Garganta», lugar al que se llega a Aspe desde el primer municipio.
En Elche, para expresar que alguien era amigo de lo ajeno, decían «eixe es més lladre que Jaume el de la serra» (ese es más ladrón que Jaime el de la sierra).
En otros pueblos cercanos, cuando se sentían estafados también decían «a robar a Crevillent».
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Enlaces de interés:
El tío Roc y el tesoro del Cabeçó d’Or.
El imaginario popular en torno a la figura de San Jaime.
Historia y leyendas de San Jorge.
A Beneixama, a les portes de l’Alcoià, també tenim una cova de ‘Jaume de la Serra’ el nom pel que també era conegut ‘El Barbut’… fins a la nostra Serra de la Replana va vindre, sembla.
Interessant ¡Gràcies per la teua aportació Miquel!
Hola buenos días soy de Elche,mis padres tienen una casita en una parte de Peña las águilas,en medio de la sierra y mi padre nos contaba que por allí vivía Jaume de la serra,en una cueva,que le robaba a los nobles y lo repartía a la gente humilde.Madre mía…a mis hermanos y a mi,nos gustaban las historias que contaba sobre el….pensábamos que no era real.
Gracias por tu comentario Helena.
Saludos.
Hola, ami me contaba mi abuela que Jaume, ponía una manta roja en el camino. Y cuando pasaban los carromatos, dejaban parte de sus pertenencias y seguían el camino. Luego el lo repartia entre los pobres.
Bon dia. Solament volia dir-te que des de fa unes setmanes, una de les meues lectures digitals diàries obligades és la teua pàgina.
Un tros d’història de la nostra terra i voltants que llegig cada dia, Quin goig!!!
Estic aprenent coses de la meua terra que mai no havia sentit i que en el col·legi mai no ens van contar. De fet, al col·legi en la meua època, poca cosa ens vam contar de la nostra terra (almenys al nostre cole i al nostre aula) llevat del folklore típic de Falles, Fogueres i paelles.
La primera volta que vaig tindre una referència «històrica» clara cap al Baix Vinalopó (almenys la meua comarca…), va ser a l’institut, per un mestre de Valencià que ens va fer llegir «Rondalles del Baix Vinalopó». Un goig de llibre.
Res, donar-te la enhorabona i les gracies per anar revifant aquestes xicotetes coses, que a alguns ens pareixen tan importants i necessàries.
Salut.
Moltes gràcies per les teues paraules Manuel! Comentaris d’aquest tipus animen a seguir publicant i divulgant coses del nostre entorn. De nou, gràcies i salut!
Hola!. Navegando por tus Sendas y Leyendas (y me han gustado todas) llego a esta y solo recomendarte el cómic que hizo el gran ilustrador Miguel Calatayud (natural de Aspe) sobre esta historia: lo llamó «El pie frito» o «El peu fregit», está en castellano i valencià, publicado por Paco Camarasa (tristemente recientemente desaperecido) en Onil en su Col·lecció del Mercat, predecesora de su Edicions del Ponent. Se publicó en 1997 y su isbn es: 84-920565-9-2 (la edició en valencià).
Te gustarà 😉
Gràcies, el buscaré! 🙂
Hola, soy de Orihuela y vivo más de 20 años en Albatera. Aquí en en monte de Albatera hay una cueva donde dicen que se refugiaba, de hecho le llaman la cueva de Jaime el barbudo y está entre Hondon de los frailes y Albatera.
Gracias por la aportación! Saludos!
Olvidé comentar que según ella me contaba, Jaume tenia mujer e hijos y que algunas veces, en la oscuridad de la noche iba a visitarles y a llevarles provisiones.
Muchas gracias por tus comentarios Suni. Saludos!
Soy de Elche. Mi bisabuela Maria Marco (nacida en 1885) me contaba la historia de un famoso bandolero llamado “Jaume el de la serra” . Me contaba que discutiendo con un vecino por unos lindes del terreno le dio un empujón, el vecino cayó sobre una piedra y murió. Jaume escapó, se ocultó en la Sierra de Crevillente y se convirtió en bandolero. Robaba a los ricos para repartir luego los botines con los más pobres. Según me decía cuando lo atraparon lo mataron y trocearon su cuerpo.
Es una pena que recuerde tan poco de las muchas historias que durante horas me contaba.
Gracias por compartir y recopilar historias de nuestra cultura.
Hola. Me encanta tu pagina. Soy de un pueblo del noroeste de Murcia, he oido decir a mis abuelos e incluso padre mas de una vez la expresion «mas ladron que Jaime el Barbudo». Saludos
Gracias por tus palabras Antonio. Saludos.
Es de saber popular en Crevillent que se encuentra en la sierra del mismo nombre una enorme sala en el interior de una sima en la que están esculpidos en piedra el asiento y la mesa en donde Jaume descansaba su osamenta después de tales hazañas.
También se cuenta que jamás dormía en compañia. Lo hacía solo y en un lugar que todos desconocían inclusive sus compinches.
Gracias por la aportación Manuel. Muy interesante.
los sigo desde hace algun tiempo y me encanta leer todas vuestras historias y leyendas.
¡Muchas gracias! Saludos.